Total, que ya estamos en la semana del eclipse —del eclipse y otras cosas: del aspecto caca entre Venus y Saturno (tranqui, que luego se rescata), del Putón (perdón, el Plutón) que despierta y del ingreso de Marte en Escorpio.

Vamos, que hay un montón de cosas para tratar en toda la semana además de la lunación: porque claro, supongo que sabes —o si no, déjame que te lo explique— que un eclipse no es más que una Luna Nueva o Luna Llena con los Nodos de por medio (o sea, lo que pasa todos los meses, pero con una especie de carga fotovoltaica y montañarrusesca un poco más particular).

En este caso, tenemos una Luna Nueva con el eclipse: o sea, y así vas aprendiendo, se trata de un eclipse solar (lo cual para los antiguos era un poquito más peligroso o más melodramático: sobre todo porque podía destronar a reyes o a figuras solares).

Pero bueno, ahora lo vemos.

Ya aprovecho para preguntarte qué tal andas, cómo van esos acuerdos, esas relaciones, esos pensamientos un poco críticos y obsesivos: ese rumiar. Hay mucho de Libra —parejas, socios, acuerdos, legalidad, arte, reuniones— pero también bastante dosis de Plutón —que es visceral, profundo, paranoico y esas cosas y saca temas que nunca terminan de limpiarse.

Esa es la energía con la que despedimos la semana del 2 al 8 y con la que se empapa esta que nos toca ahora. Con todo, el Mercurio desde Libra —‡an cardinal él, debiera haber servido de confirmación o cierre de asuntos que todavía estaban examinados o que necesitaban el retoque de una letra pequeña: vamos, que la confirmación ya llegó, los papeles están listos, te decidiste, se decidió, os decidisteis. Lo que te toque.

Además, Venus ya anda esta semana oficialmente por por Virgo y vive su —me atrevo a decir— casi único traspiés en todo su paseo por este signo puntilloso, (auto) crítico y analítico.

Toma nota porque es un aspecto triste y que ya se puede ir notando. Venus se opone a Saturno el martes 10 de octubre. Lo hace en el grado 1 del eje Vigo y Piscis. Pero no te extrañe que duela un poco a finales de Leo y de los otros signos fijos.

En Virgo duele más, sí: porque el aspecto es exacto y porque Venus no anda muy católica por allá. Lo normal es que limite —Saturno— o le dé cierta seriedad, dolor, obligación o incluso materialice —siempre Saturno— algún asunto venusino: que en este caso, al estar en caída, puede representar una decepción, un rechazo, una tristeza, una infidelidad, una separación o incluso una enfermedad (de pronto, de las venas, los riñones u ovarios). También puedes encontrarte a una tía o a una hermana un poquito más pachucha que de costumbre.

El aspecto impregna un poco la semana pero, ya te dijo, luego Venus encuentra aliados por el resto de su tránsito.

Además, aunque esto ya es en la madrugada al miércoles 11, Plutón despierta en Capricornio en el grado 27 (que ya estamos de Plutón hasta las narices por la zona y a ver si se va de una puñetera vez a Acuario y nos deja en paz a los signos cardinales).

Piensa que hay Plutón por un rato este mes porque forma parte de la lunación y del eclipse: y P*tón es muy P*tón. Aunque eso seguro que ya lo sabes.

Más cosas.

Vamos al jueves 12. Marte ingresa en Escorpio —donde andará hasta el 24 de noviembre, o sea, que hablamos de un tránsito de un mes y pico potente— y aquí hay que tener en cuenta un par de cosas.

Primero, que la posición es cojonuda para trabajar y resistir y tener la fuerza de un equipo de brujas o de herreros (o de diablos). Bien.

Segundo: Marte está domiciliado en Escorpio, pero no deja de ser Marte. Si te funciona, te hinchas a trabajar y hacer deporte, genial. Pero ojito con desoír tu cuerpo, que luego pasa factura. Y ojito también que —es lo que tiene este signo— puedes tener cierta intranquilidad y revuelo emocional. Úsalo para enfocarte.

Finalmente, el Marte está muy activo todo este mes y el que viene: por las lunaciones —por el día 28 que ya sabes que no creo que haya eclipse— y porque luego se opone a Urano y eso es una configuración universal que cuesta.

Ojo porque hay zonas de tu eje Tauro y Escorpio donde pueden sentirse incendios —Marte— y hemorragias o gastos —Marte otra vez.

Busca la casa que te ocupa y si tienes planetas para ver cómo usarlo en tu mejor dirección.

Por cierto, que nada más ingresar en Escorpio, Marte le planta un trígono a Saturno en Piscis. Y yo, qué quieres que te diga, a mí el aspecto no me parece muy agradable: yo creo que lo que hace es atizar, dar más ansiedad a ese grado 1 de Piscis (e incluso de Virgo).

Eso sí, es un aspecto de agua: algo de comprensión o de emocionalidad —si es que no rompe un barco o provoca un accidente acuático o de un festival o de un hospital — podría traernos. Tu carta, como siempre, decide.

Claro: y tu carta también decide cómo va a manifestarse el eclipse.

Será el sábado 14.

¿Qué conviene mirar en tu carta? Pues lo más importante es la zona Libra —puedes buscar la casa— y en especial el paquete que va desde el grado 21 al 25 (que es donde están la Luna, el Sol y el Nodo Sur).

Puedes además buscar los equivalentes también en Aries —y en Cáncer y en Capricornio.

¿Y qué va a pasar por ahí? Pues imagínate un chute eléctrico… o una especie de chupón u obsesión o fijación con una persona. O… sobre todo por la zona de Libra: un desagüe por el que nos despedimos de algo o una intoxicación o resfrío o quiste o virus.

Ojito que hay mucho Plutón por la zona; y Mercurio además, ¡hasta Marte!: por eso la gente joven o el tráfico o los mercadillos o incluso la comunicación anda más virulenta. Vamos, que lo mismo no te toca nada el eclipse pero notas que la peña va como loca, que conduce a lo bestia o tú simplemente ese día te das un golpe de estos tontos que te sale el morado y te duele más días de lo normal.

Yo personalmente vigilaría también el trígono entre Marte en Escorpio y Saturno en Piscis: sí, sí. O es un hospital, o se rompe una presa, o se ensucia un río… o se monta gorda en una rave o un festival.

Piensa que, además, la Luna —pasada el eclipse— sigue su curso (claro, el Cosmos no para quieto)— y en seguida entra en Escorpio y toca esa zona que ya anda calentita (lo sabes también, el Cosmos tiene memoria).

Desde un punto de vista constructivo: el aspecto entre Marte y Saturno puede ser el de hacer tripas corazón, aguantar el temporal, apretar los dientes sin despeinarse (para eso Escorpio tiene resistencia). También sirve para ejecutar y apartar dudas —piensa que Piscis es una marea de dudas y, en este caso, Marte en Escorpio corta por lo sano y ejecuta rápido: y eso, a los pececillos, les viene como anillo al dedo).

 

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¿Alguna cosa más?

Sí, claro.

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Feliz semana. Ahoi, ahoi,

E.