Ayer, preparando unas infografías sobre el mes —con un frío en Berlín que te pela— volvía a una reflexión habitual de estas semanas: mayo pinta bien. O pinta mucho mejor que te lo pintan. 

Por supuesto que hay ingresos mejores y hay ingresos peores. Por supuesto que Marte en Cáncer es un rollo —y que Marte en Leo, si bien mejor, tiene unos pocos de tropezones a los que hacerle frente. Pero al final el Cosmos te da una cal y otra de arena: asideros, alegrías, guaridas, premios y bálsamos.

Pongamos por ejemplo toda este despliegue exagerado, melodramático y tan perezoso sobre el eclipse: pues resulta que, al mismo tiempo, Venus y Júpiter andaban además por sextil entre tanto (yo me hinché de ver amigxs, nos pegamos unos bailes, una buena cena, unas iniciaciones de Reiki).

O pongamos otro ejemplo: el del archiconocido Mecurio retro. ¿Alguien se paró a pensar la de aspectos positivos que tiene todavía que recibir  antes de despertar y que, qué casualidad, volverán a repetirse cuando se ponga directo?

¿Sabías que hoy entra en Venus en Cáncer y va untare un bálsamo a tu zona cangrejera, apoyos a Tauro, una mano maravillosa a ese Saturno apisonadora en Piscis?

¿Que la Luna hoy mismo ya anda por Sagi (y superada la cuadratura) reactiva los buenos aspectos de Júpiter durante el pesado del eclipse (una lunación a fin de cuentas) para que continúes raspando en tu zona Aries del grado 27 pero también en la de los restos de signos de fuego?

El Cosmos es un todo. Analizar una carta (del Cielo, tu propia carta, cualquier mapa) es asomarse a un tejido donde todo está intercomunicado: si tiras de un hilo, se mueve un pespunte o sale un nuevo diseño en el bordado. Pero lo que no puedes hacer es limitarte a ver o aislar un sólo aspecto o planeta (o liarte a clasificar sin sintetizar, como si esto fuese un asunto de Virgo).

Vamos, en cualquier caso con la semana.

Acompáñame al martes 9 y a la conjunción del Sol con Urano en el grado casi 19 de Tauro.

A ver. Urano tiene su punto alternativo, cientificista y mega inteligente y racional. Y eso, sobre todo para cartas con mucha agua —o sea, super subjetivas, clavadas en el pasado, situaciones y emociones— siempre es muy refrescante, electrificante, vigorizante y una especie de chute febril adolescente y aventurero.

Esa es la cara guays.

La otra cara menos guays es lo dictador, inflexible, caprichoso, violento y terremotista que puede volverse. O se hacen las cosas a su manera o no hay tu tía. Y claro, todo esto en un signo, Tauro, que reúne todas las características para ser el más resistente, cabezón, intransigente y hasta torpe en su insistencias si se lo promete (signo femenino, fijo, de tierra —que ya es inamovible— y encima destierro de Marte).

Total: que no te extrañe que salte alguna chispa. Que se rompa esto o aquello (algo caro, pues combina con el Sol). Que un viejo te dé la tabarra (un viejo, sí, pero con mucho dinero o poder). Que se violente algún viaje, fiesta, jardín o familia.

Sobre todo porque luego ingresa la Luna en Acuario y se activará aún más la sequedad en el ambiente al formar una cuadratura con la luminaria (o sea, lo vamos a notar durante la semana, y sobre todo a partir del jueves y durante todo el finde).

Luego el viernes 12 Mercurio empieza con estos aspectos que tanto me gustan: ya comenté en el vídeo del mes (seguro que lo viste para organizar tu agenda) que entramos en una especie de fase muy femenina, reflexiva, casera… o sobre todo de cuidar a la tribu, sea familiar o creada más allá de los lazos de sangre).

Así, Mercurio le dibuja el viernes un sextil cojonudo a Saturno en Piscis. Si bien no tiene la mejor recepción para Saturno, en la otra dirección, esto es, a Mercurio le super bien cojonudo.

Para planear, para reestructurar, para organizarse a largo plazo, para ver dónde plantas rosas, cuándo escribes a tu editor o quién será tu nuevo cirujano plástico o masajista. O sea: va de eso. De planear. De organizar. O si quieres: de RE organizar.

Pero con una eficiencia y concreción estupenda. Y ya te voy avisando del grado. 6 (de Tauro y Piscis pero super guay aplicable a Virgo y Capricornio). Si por ahí tienes planetas personales le sacarás partido fijo.

¿Y esto por qué? Porque además Mercurio le dibuja a Cáncer (ese mismo día) un sextil. De ahí que lo intelectual y lo artístico y creativo y hasta amoroso se pongan en contacto para algunos y algunas privilegiados. Amigos que vuelven. Ex Amantes que te escriben. Una velada literaria. Una tarde en familia con niños y jóvenes.

(con el altavoz roto o el viejo cascarrabias por ahí, ¿eh?, por lo del cuarto lunar que te comenté más arriba).

Hay un tema con los viejos. O con la ley. O con la historia. O con la economía. O con la Astrología Clásica. O con la medicina o la farmacia o los hospitales. O las residencias. Vamos: que hay un tema con Saturno en Piscis. Pero para bien.

El sábado 13 la Luna ingresa en los pececitos —eso sí, puede dar resfríos, una mujer anciana que sana o se enferma, un bloque en algunos fluidos, una actriz que estira la pata o a quien se le rinde homenaje y es que Venus también le dibuja sextil a Saturnito.

Ojo que las combinaciones entre Venus y Saturno, incluso por sextil, son un poco inhibidoras. No es lo mismo irte de cita y lanzarte a los morros de tu nuevo Tinder; que cortarte, hacerte un lío en la cabeza, pensar en las consecuencias, en la diferencia de edad, en si todavía no olvidaste a tu novio o a tu novia o a lo que toque.

Quiero decir: Venus y Saturno son muy formales. Y eso a Venus la limita un poco.

Ya me cuentas (que a mí me encanta el cotilleo).

Finalmente acabaremos con el domingo 14 (o de madrugada para el lunes 15) cuando Mercurio despierte en Tauro y en el grado casi 6.

La verdad que Mercurio despierta en una posición muy privilegiada: con buenos aspectos de Venus y Saturno y hasta de la Luna (maravilla tuttifruttesca) para que acabes de concentrar, recopilar, organizar tu agenda, cursos, terapias, viajes, correos, currículum, estudios, exposiciones y lo que se tercie, permitas que se repose un poco… y ya la semana que viene, con paciencia, despacito y buena letra, empieces a regar esos terrenos, amores e intereses y permitas que —de nuevo, despacito y con buena letra— vayan surgiendo los primeros brotes. 

Ojo que lo mismo el estómago puede andar sensible, nos puede haber sentado mal alguna medicina o tratamiento. Hay un pequeño riesgo de intoxicación, infección o virus (sobre todo en lo femenino). Pero se pasa. Por supuesto. Como (casi) todo.

***

El resto, te dejo que lo veas, experimentas, sientas en tu vida, tu carta y las de quienes te rodean. Recuerda que estos Astroboletines te llegan directos a la bandeja de entrada si te suscribes a la tribu —y que apuntarte es gratis y te llega un Manual de Astrología muy gracioso, con ejemplos, tablas y todo lo que te hace falta para seguirme y darle duro al Cosmos.

Más cosas: hoy es el último día para el sorteo de la carta natal. Como siempre, un gusto que participes. Y es tan fácil como hacer clic aquí.

Y finalmente, un llamado a Málaga (mi tierra natal): llego en unos días y sigo buscando lugar para dar una charla o taller o algo, lo que sea con tal de que sea en vivo, en carne y hueso, para luego irnos de tapas, compartir y echarte la copa de vino encima con la borrachera. Lo mismo no da tiempo en esta visita relámpago pero se puede ya empezar a gestionar algo para mi próxima visita.

Si te veo por mi tierra acuérdate de saludarme y de soltarme algún piropo bruto y obsceno. Prometo llevarte a tribunales y luego visitarte cada domingo entre rejas con pastelitos veganos.

O también puedes soltar piropos aún más brutos y simplemente te invito a una birra o a un buen vinito en alguna terraza frente al mar.

(En resumen, estoy loquito por unas vacaciones).

Y ahora sí. Ahoi, ahoi. Feliz semana.

Emilio

Foto de unas flores à la Mercurio en Tauro, que despierta muy bien puesto. Pixabay.