Ya he contado mil veces cómo soy, a menudo, víctima de mis propias predicciones: y, encima, que me sorprendo de estas como si estuviese aprendiendo Astrología por primera vez (lo cual es genial).
Total, que en estos últimos días y a raíz del cuarto lunar con la Luna en Sagitario yo comentaba la posibilidad de ciertos tropiezos mercuriales, algún que otro gasto festivalero y —sobre todo si la Luna te manda, por regencia o presencia, alguna casa sociable— la posibilidad de encuentros con gente jupiterina.
Así, en dos días y medios —el periplo que dura una Luna por signo— me encontré con Pablo, que tiene una empresa de vinos (Piscis); vino a visitarme Laura (trabaja en una multinacional farmacéutica / Piscis); me reencontré con Alicia —doblemente Júpiter por su Sol, Mercurio y Ascendente— y desde Australia mi querida Dani —nacida con Luna Nueva en Sagi— reinsistía en que vaya a verla el año que viene y me pasaba correcciones sobre la charla en inglés que doy el próximo viernes sobre el nuevo trimestre astrológico.
Ahí no queda la cosa: dos consultas —recuerda que Mercurio multiplica— sufrieron de dificultades técnicas con el Zoom, así como mi conexión débil y sólo me salvó el internet de mi vecina Johanna —Luna y Venus en Sagitario.
Y aunque fuese a escala muy menor: el jueves que viajé hasta el campito, al regreso acabé entrando en una tienda Humana y pasando la tarjeta para hacerme con unos trapos de segunda mano.
Claro, la Astrología tiene eso: que una combinación entre planetas puede sugerir mil interpretaciones de eventos. A veces se da sólo 1. A veces se dan varios. A veces —y tan a veces— el Cosmos te de una cal y otra de arena: y lo que un Júpiter agradable en tránsito te regala por un lado, te resta una primaria de Saturno por otro.
Pero en cualquier caso, siempre están reconocibles —detrás de esos eventos, e incluso los que no has podido mencionar o predecir— la fuerza y la energía de los planetas y ángulos involucrados.
Y por supuesto, obvio, tu carta es la que decide cómo se vivencia.
Pongamos por ejemplo esta semana que estrenamos —que viene acompañadísima de redoble de tambores, marciales, por la Luna Llena en Aries; pero también por que estrena nueva estación con signo cardinal; y también porque Venus y Mercurio darán qué hablar en el cielo… y en tu tema.
¿Vamos?
Súmate al lunes 25 y a ese trígono amorosísimo entre Mercurio domiciliado en Virgo y Júpiter en Tauro y ya retro: para tus campañas de marketing, para aprender, para hacer la declaración de la renta, para cerrar acuerdos, para seguir organizando tu agenda a largo plazo (con ese reseteo genial que nos dio la última Luna Nueva), para ampliar horizontes y para invertir en conocimientos, viajes, tratamientos, comodidad y excursiones.
Wonderful a tope y si eres alguien con ángulos mutables como yo, pues más wonderrrrrrrful todavía.
Justo ese día: yo que últimamente no paro, doy un taller presencial estupendísimo en sinapsis.berlin. Ya te he hablado varias veces de él: pero aquí tienes otra vez la info por si te apetece sumarte o compartirlo con gente de esta linda ciudad.
Súmate si quieres —y puedes.
Y por supuesto, súmate también al último Encuentro Cósmico para la Formación de La Escuela Cósmica que tengo organizado tan sólo un día después, el martes 26.
Voy a hablar de las casa y el carácter predictivo de estas.
Sabes además que desde YA puedes sumarte a la formación de Astrología de la Escuela Cósmica (arrancamos en octubre) y que ya tienes varios módulos abiertos para bichearlos.
Son más de 100 horas de material clásico, moderno, práctico, predictivo: con apuntes de astrología médica, clasificaciones que desconocías del horóscopo, análisis de un montonazo de cartas super actuales y clásicas a través de técnicas que van más allá de los demasiado valorados tránsitos (progresiones, secundarias, primarias, simbólicas, revoluciones y profecciones).
Que en mi clases se interpreta, describe y predice desde el principio. Yes.
Luego la Luna ha pasado a Piscis —se da su golpe en el meñique y se llena de impresionabilidad— y llegamos al viernes 29 con la Luna Llena en Aries.
Este será el taller que daré en inglés (de nuevo presencial, de nuevo en inglés): no me voy a explayar mucho por aquí pero me gustaría que entiendas que la Luna Llena nos va a dar bastantes pistas también del trimestre.
Porque hay mucho Venus, claro: pero con sus tira y aflojas. Piensa que justo para la lunación se repite el tercer y último contacto entre este planeta amoroso —que se pegó medio verano retrógrado— y el divorcista de Urano: y quizá las zonas Libra y Tauro noten la sacudida. Sobre todo Libra, por Marte presente y el Nodo.
Te lo detallaré más adelante —y si vienes al Astroportal, pues ¡será un gusto conocerte! And use my British Accent, my dear.
Nos despediremos de la semana con la Luna en Tauro del fin de semana: que traerá estabilidad y un goce cómodo a los arrebatos de la Luna Llena, y a otro aspecto que vivimos por tercera y última vez en esas últimas semanas:
El sábado 30 Mercurio hará un trigono a Urano, de Virgo a Tauro: el grado es el 22, por si quieres buscarlo en tu carta.
Y ahí, de nuevo, tu casa de Virgo que sigue abierta a opciones, viajes, intuiciones, relámpagos, epifanías, abertura de mente (que a Virgo, que puede ser a veces un poco estrechito le viene divino) y velocidad para tomar decisiones y ejecutar tareas mentales y futuristas con una claridad asombrosa.
***
Y hasta aquí puedo leer. Que tengas muy feliz semana. Nos vemos por Berlín, nos vemos en el último encuentro cósmico, nos vemos en La Formación de Astrología (la matrícula termina el domingo 1) y nos vemos —siempre— bailando en los bares.
Ahora sí: muy feliz semana.
Ahoi, ahoi,
Emilio
Imagen de The Zesty Bohemian en Pixabay
Mi propio Urano está a los 22.25º de Virgo, cerca de mi Plutón, 19.16º,generacionales, casa 4. Lo jodido es que se oponen a mi sol, 21.18º. La luna llena tampoco me entusiasma… la mía está a los 6.32º de Aries. A estas alturas y a la fuerza tuve que crearme un mantra personal: “No sugestionarse negativamente ni tener expectativas de que las cartas estén a tu favor”
Todo mantra es válido siempre que te funcione. Son muy manufacturables a gusto y necesidad de la persona, así que genial.
Todo mantra es válido siempre que te funcione. Son muy manufacturables a gusto y necesidad de la persona, así que genial.