Soy Emilio, astrólogo profesional, y te ayudo a hacerle cosquillas al cosmos…

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Astroboletín. Del 24 al 30 de abril 2023

La verdad que si este Astroboletín se te queda corto no quiere que rechistes ni mijita: reclámale ahí arriba a esos planetas, que son los que se mueven (hacia adelante o hacia atrás), los que plantan aspectos y los que de muy buena manera determinan la longitud de este telediario.

Claro, y te lo digo porque nos acercamos a una semana que tiene muy, muy, muy poquitos aspectos: vale, sí, viene después del eclipse y sí, viene justo después de que Mercurio se haya puesto retro. Y esto, de alguna manera, expande sus efectos, se manifiesta con los paseos de la Luna —tan rápida, cambiante, voluble, mágica y activadora— y cobra relevancia siempre en función de tu carta.

Pero también es la semana en que el Sol ya está de pleno en Tauro y el Sol es salud, es alegría, es espíritu, es dignidad e independencia. El Sol es guays —ya se aleja de los Nodos, el cabrón de Saturno se movió de Acuario quitándole penas y bloqueos… y encima en menos de un mes llega Júpiter para darle más alegrías, protecciones y cualquier fortuna puedas imaginarte.

De hecho, el otro día posteaba esto un poco para quitarle tanto bombo al eclipse y los melodramas, que pareciera que todo el mundo se concentraba en la lunación y se olvidaba de que el Cosmos sigue girando: y sobre todo se perdía esta noción más global del cielo, de este 2023, de este verano, sus menos pero también sus más.

Así que nada, además de la zona crítica de finales de Aries y primeros de Tauro; y además de que Mercurio se puso retro y puede hacer que tu teléfono se cortocircuite un poco (pero también que contactes con cariños y amistades antiguas; que visites y leas y te reenamores de hobbies, parques, músicas y comidas), permítete disfrutar de tu zona Tauro que está mucho más alegre, movible y seductora de lo que te crees (Venus, su regente, en Géminis, mediante).

Pero venga, vamos con la semana, a ver qué nos cuenta.

El primer aspecto lo tenemos el martes 25 y fíjate cómo nos va dando pistas de los cambios, transformaciones, nuevas metas en la que entra el signo de Tauro.

Tendremos este día un sextil entre el Sol, tan torete, creativo, sonriente, desconfiado, nutritivo y muy autosuficiente, y Saturno en Piscis —que sí, da dolor de pies, pero también baja a tierra las idas de olla de los pececitos— y aunque con el Sol no es la combinación más maravillosa, puede prometer estabilidad, orden, estructura, relaciones estables, organización e incluso asuntos económicos, ahorrativos, artísticos y siempre serios.

El grado es el 5, del Sol y de Saturno y para quienes cumplan en la fecha, les aviso que la Luna transita fuerte por Cáncer —yes, maravilla, porque puede traerle temas hogareños, de hijos, nietos y de dinerito. Es más, Júpiter luego paseará por ese grado: o sea, casa nueva, miembro nuevo en la familia, libro nuevo, ¿trabajo nuevo? o mega vacaciones.

Hasta ahí, guays. Eso sí: Marte también está en Cáncer, así que dependiendo de lo cerca que te caiga de la Luna te puede dar mejor o peores alegrías. Te puedes gastar pasta en la casa para renovarla… o para repararla.

Sigo.

Luego la Luna ingresa en Leo, que no es bueno ni malo: de hecho, es una Luna muy generosa, de aquí estoy yo, de mírame lo bien que brillo, a lo David Bowi, Oscar Wilde o mi adorada Monica Vitti.

Eso sí, coincide —miércoles 26— con el cuarto lunar. Puede haber un pequeño conflictivo parejil o activar los problemas comunicativos o de aparatos electrónicos. Alguna mujer famosa, bella o brillante un poco loca en las noticias y esas cosas que dan estas tensiones de allá arriba.

Acabaremos con el sextil del domingo 30 entre Marte en Cáncer y Urano en Tauro y en el grado 18.

Que sí, que ya sé que la teoría dice que los sextiles son chachis. Pero, disculpa, ¿qué teoría es esa? Porque si me lees, sabes que (en mi humilde opinión / eso sí, opinión después de muchos años de estudio, hincar codos y estudiar cartas) creo que los aspectos deben ser analizados de manera muy personalizada y no nos valen esas recetitas fotocopiadas en las que todo vale y todo es una puerta al crecimiento y evolución.

No.

Pero bueno, como eso ya lo cuento en los talleres —y también por aquí doy un montón de información al respecto— tú quédate con la copla de que el sextil es peliagudo y que yo lo tomaría con pinzas.

No sólo eso: me apuntaría el grado, que es el 18 (de Cáncer, de Tauro) —o más bien, lo rescataría del cajón, de la agenda— ya que es una zona que anduvo este pasado 2022 un tanto porculera, eléctrica, agitada y todo eso.

Fíjate que cuando digo que Tauro está de enhorabuena —y lo digo con mucho cariño— me refiero a que muchos desafíos de los últimos dos años y medio anteriores ya se largaron. Pero recuerda que Urano aún sigue por ahí —le quedan varios años de lata y cortocircuito.

Y claro: Urano es eléctrico, utópico, inesperado, es un rayo loco y liberador pero también es divorcista y a veces un tanto violento (sobre todo combinado con Marte). 

Por eso el sextil me resulta un tanto complicado para la zona: como un poco terremoto, una sacudida a las relaciones (¿no te dije que se pueden dar conflictos en las parejas?)… un tema donde alguna mujer, estómago, comida o evento nutritivo salta por los aires.

Así que nada: vigílate la zona porque pueden saltar chispas. Originales, lo sé; pero chispas a fin de cuentas: a veces, iluminadoras, cual fogonazo de epifanía. Pero otras, la pueden liar parda y no digas que no te lo conté.

***

El resto, te dejo que lo veas, experimentas, sientas en tu vida, tu carta y las de quienes te rodean. Recuerda que estos Astroboletines te llegan directos a la bandeja de entrada si te suscribes a la tribu —y que apuntarte es gratis y te llega un Manual de Astrología muy gracioso, con ejemplos, tablas y todo lo que te hace falta para seguirme y darle duro al Cosmos.

Vuelvo a aprovechar para darle las gracias a ese grupo de alumnos y alumnas tan maravillosos que tengo en La Escuela Cósmica (¿pero se pueden ser más geniales?) y en todo lo que aprendo con ellos, sus correos, sus testimonios, nuestras prácticas juntos y esa pluralidad de acentos y vivencias.

La idea, ya que me la habéis pedido, es plantear algún tipo de Escuela Cósmica para el verano, que viene con curvas también y son meses muy chachis para aprender, quizá un poquito más relax pero el Cielo se sigue moviendo ahí arriba y merece la pena no perderlo de vista. Te seguiré contando.

Más cosas: Ya tenemos a la ganadora del sorteo de este mes. Felicidades. Ya estamos en contacto para nuestra cita. Gracias, gracias, gracias a todos y todas por participar y por darme también una visión de lo que os interesa, inquieta, despierta curiosidad.

Pero vamos, que la semana que viene organizo otro sorteo. ¡Acuérdate de participar! Y compartir. Y todo eso.

Hablando de compartir, así me ayudas MUCHÍSIMO: con el boca a boca, enviándome por todos los sitios que te de la gana y por supuesto leyéndome y opinando aquí abajo, que sabes que me encanta. Y que me encanta que te encante.

Y ahora sí:

Ahoi, ahoi.

Emilio

Foto del una siempreviva (estas crasas eternas, Fuente Pixabay) para este mes de flores a punto de empezar y yo, podría entristecerme de que Júpiter abandone al Carnero, le tengo mucha ilusión a ese Júpiter húmedo asomándose a los campos y huertos del Torete.

 

 

 

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2 Comentarios

  1. Cuál regente debemos entender para piscis y cuál sería la diferencia:
    Neptuno o Júpiter ??.

    Thanks

    Responder
    • El regente de Piscis es Júpiter (al menos si quieres trabajar con el sistema clásico). Ruiz Guarín usa una analogía bonita, dice algo así como que Neptuno vibra o tiene analogías con Piscis, pero que NO es su regente.

      Responder

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