Soy Emilio, astrólogo profesional, y te ayudo a hacerle cosquillas al cosmos…

… para que el cosmos se ría contigo, te cuente sus secretos y te ayude a surfear las olas vitales

Astroboletín. Del 13 al 19 de marzo 2023

Bueno, supongo que ya he desarrollado cierto talento para escribir en paradas de autobús, aeropuertos y trayectos largos. Estoy aguardando a bus de un trayecto de14 horas, la gente arrastra las sandalias a mi lado por culpa del calor, me gritan al lado pero no hablan conmigo sino por teléfono y un grupo de chicas reorganizan su equipaje de bodega, y de cabina: almohadas, mantas, ropa de abrigo. Porque, entiendo que fuera pega una brasa tremenda: ¿pero y esa manía de poner el aire acondicionado dentro que te congelas?

Eso sí. Yo vine aquí a hablar de Astrología. O más concreto aún: del Cosmos de la semana. Una semana (un mes) con mucho Marte —ya lo llevo anunciando desde hace rato ¿y sabes cuántos golpes me di por despiste?— y con un par de conjunciones del Sol en Piscis bien lindas para que le saques partido a esa zona del último decanato. Añádele un poco de Venus y Plutón tensos —y el ingreso del primero a su domicilio, a Tauro. Y tachán: ya tienes buena parte del análisis semanal. 

¿Lo analizamos juntos? Venga, que te echo una mano.

Nos vamos a ir hasta el martes 14 y la primera tensión de Marte en Géminis  y Neptuno en Piscis.

Fíjate que hace un rato hablé con mi familia y me comentaba que en Alemania se produjo un tiroteo en una iglesia de Testigos de Jehová. Como si el evento se hubiese adelantado al aspecto exacto: Marte —armas, dobles, ataques— y Neptuno en Piscis —mística, fe, religión, secta… como quieras llamarlo.

Yo no me canso de repetir que Marte hace su poco de pupa: que sí, que vale para hacer deporte y que con él suena el despertador y nos nos damos la vuelta en la cama y seguimos durmiendo. Pero ni Marte es el Amante Cósmico ni se lleva bien con todos los signos y planetas. 

En cualquier caso, el aspecto genera duda al actuar, al decidir, al ayudar e intuir. Se debate entre el razonamiento y la intuición. Entre ayudar y fundirse o ir a su bola y multiplicarse a su propio antojo.

Es buena la analogía porque te va a dar pistas una poco de parte del ambiente de la semana. Y, por supuesto, si estás sensible, llorón o llorona, indeciso, débil, bajito de fuerzas y ansioso (Marte en tensiones mutables es lo que tiene: de hecho, es ansioso en 3 de los cuatro signos mutables), pues ya sabes a quién echarle las culpas.

Y no es para menos porque el mismo día, o ya casi entrando en el siguiente, se produce el cuarto lunar en Sagitario. O sea: que tenemos mutabilidad al canto, dolores, enfrentamientos y… ¡dogmatismo religioso!

El grado es el 24 —de… (cuenta conmigo): Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis. ¿Alguien da más? Y la zona va a estar bien cargadita para toda la semana. TODA.

A partir de ahí ya empezamos con la acumulación de aspectos que no hacen sino sumar mística, mediumnidad, creatividad, premios… pero también confusión, estafas, inundaciones y sirenismo salvaje.

¿Por qué? Pues toma nota.

El miércoles 15 y con la Luna ya saliendo del cuarto lunar —de hecho, ya en Capricornio— el Sol se conjunta a Neptuno. Esta conjunción no es mala per se en absoluto (sólo Marte es el que da tanta guerra): se idealiza, se crea, se tienen visiones. Se canta, se baila, se hace cine. Se discute sobre arte, psicoanálisis, socialismo y utopías empáticas de izquierdas (claro, no se trata del radicalismo uraniano).

Debates ideológicos. Filosóficos. Problemas con los mares y lo fluvial. Intoxicaciones. Delirios. Un padre o un abuelo senil. Un jefe olvidadizo. Un jefe que nos enamora.

Como Neptuno idealiza, pues tiene que ver con cierto fanatismo, fusión, tu príncipe azul, tu trabajo idóneo… Mercurio le pisa los talones (lo veremos ahora) así que conviene tener cuidado con lo que promete, se verbaliza, se anota, se transacciona.

O sea, el jueves 16, Mercurio ya está unido a Neptuno en Piscis. O te ahogas en tus emociones o te confundes o escribes poesía o un guión de cine. Desde luego, los Mercurio en Piscis —hablo por experiencia propia— siempre tenemos veinte guiones simultáneos en el cuerpo, una nube gris y otra esponjosa y soleada flotando encima y cierta tendencia a la idealización y el (auto) engaño.

Y sí: entendemos el lenguaje simbólico con facilidad, por supuesto. Pero no todo es leer el Tarot, amiga. Ni recitar versos, amigo. Así que… ojito con lo que se cree en estas fechas. Lo que parece que se intuye o se asoma.

¿Meditación? Bien. ¿Natación? Bien. ¿Yoga? Bien. ¿Estudio? Depende. ¿Literatura y evasión? También. Maratones de Netflix y de porros. Adolescentes sensibles. Una madre agobiada que saca tiempo para cuidar de un hijo ajeno.

Después vienen las cuadraturas: la del Sol y Marte, que ya lleva presente desde el principio de la semana —o quizá desde el tiroteo alemán o antes. Sólo que ahora también accidentando a los niños y a los barcos.

Y la de Venus y Plutón, que es la que tanto gusta a los fans de la Astropsicología: porque ¿para qué analizar en condiciones un Mercurio o un Marte si puedo soltarte la cantinela de los amores complejos y oscuros y de abrazar tu sexualidad? ¡Qué pesados! Abrazar la sexualidad tenemos que hacerlo todos, todas y todes, con o sin aspecto de Plutón. Aunque sí es verdad que el aspecto bien podría ser interesante y profundo —Plutón— para analizar celos y polvos rápidos —Venus en Aries.

Pero que sepas que el aspecto se pasa en seguida. ¿El grado? Pues imagínate: si Plutón ya están en las últimas en Capri… El grado 29.

Claro, por eso el mismo jueves Venus sale de Aries e ingresa en Tauro a domiciliarse y darle más consistencia a tu tinte de pelo y a la ropa que te compres —signo fijo y estético; así todo dura más.

Que sí, que a nadie le amarga un Venus. Y que sí: que tu carta es la que luego decide. Pero siempre que el Cosmos lo permita —o sea, el resto de planetas— con este Venus en Tauro vas poder disfrutar más, visitar más museos, comer más tapas de queso y jamoncito, regalarte más masajes o comprarte ese tangazo o ese top que te deja fuera mucho más que el cuello abierto.

No sólo eso: tu casa Tauro se alegra, festeja, se echa al sofá y… te atrae —signo femenino— para que te eches a su lado a pasar la tarde.

Luego, un día sólo después, el viernes 17, seguimos con las cuadraturas de Mercurio y Marte —siempre por el mismo grado y es una pena, porque si no fuera por Marte, las conjunciones traerían muchas mejores noticias, premios, viajes y mensajes. El móvil puede andar un poco atontado, también las comunicaciones, los nervios, las articulaciones… ojito con los golpes al caminar o al ir al trabajo (Marte).

Como el Sol en Piscis tampoco no anda lejos, enfrentamientos con el padre o el jefe. Asuntos de leyes que se debaten. Una reforma. Una noticia en la empresa que se discute y discute. Religión, leyes, dinero. Lo acuático. Lo farmacéutico. Un rodaje accidentado. Una lectura literaria un tanto tumultuosa. Una fiesta con mucho alcohol. Una ceremonia de plantitas con una metedura de pata. O el clásico: te pasaste con las copas y llamas a tu ex o a quien te pone y luego te arrepientes. Malentendidos amigo sexuales. (sigue tú, anda, que ya me cansé de darle a las combinaciones…).

Hay además un aspecto entre Venus en Tauro y Saturno en Piscis que tiene bastante fuerza y se produce apenas en el grado 1. Da amor responsable. Relaciones serias. Relaciones artísticas. Aprendizaje. Maestría en lo estético. Como una cita con un señor maduro y un poquito triste pero también mágico.

El último aspecto (o cambio planetario) lo viviremos el domingo 19 con el ingreso de Mercurio en Aries —el Mercurio de muchos de mis amigos, el Mercurio que me saca de las nubes negras.

Se trata de un Mercurio peregrino, o sea, que ni fu ni fa: pero siempre será más rápido, emprendedor, decidido e independiente que en Piscis. Menos profundo, de acuerdo, a no ser que otros planetas y configuraciones se lo permitan. Un poco gritón. Y generoso. 

Además, con el ingreso de Mercurio en Aries nos acercaremos a otra configuración agradable con Júpiter (en dos semanas te lo cuento). Tú quédate con que tu casa con Aries va a tener mucho ajetreo en las próximas semanas —más Marte si cabe; cambio, ajetreo, impaciencia, prisas, peleas y todo eso— porque para el próximo Astroboletín ya estrenaremos año astrológico y Luna Nueva, novilunio, novilunio —con más Marte presente.

O sea, un aceleramiento de eventos un tanto loco para esa casa tuya que conviene vigilar —y no porque sea negativa (Júpiter por ahí protege y mucho) pero Marte pasará a Cáncer y habrá por ahí cierto pimponeo y quizá la típica discusión en la cocina o con la madre.

O sea, MUCHO que hacer en esa casa tuya ariana Pero tranqui que lo iremos viendo.

Y ahora sí que me despido. Hace rato que hemos embarcado y te aseguro que escribir con todas estas curvas tiene su no sé qué.

Y obvio que no te hablo más de La Escuela Cósmica porque ya las plazas se cerraron —no, no me escribas diciendo que te haga hueco, que se te pasaron mis correos— y obvio que estoy super mega requete feliz de esta tribu y no veo la hora de ver esas nuevas caras y de reencontrarme con otras bien queridas y ya amigas.

Feliz semana. Haz los deberes. Coteja lo que te cuento con tu carta y lo que pasa a tu alrededor.

Y abajo me comentas,

Emilio

 

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