Soy Emilio, astrólogo profesional, y te ayudo a hacerle cosquillas al cosmos…

… para que el cosmos se ría contigo, te cuente sus secretos y te ayude a surfear las olas vitales

Astroboletín. Del 26 diciembre al 1 enero 2023

Anoche, antes de la cena de Nochebuena y toda la mandanga festivalera, acabé de picnic viendo el atardecer (ese momento mágico en que el Sol se esconde y desciende de la casa 6 a la 7). En seguida aparecieron la Luna —muy finita, claro, porque esta novilunada— pero también Venus muy cerquita una de la otra: claro, ambas en Capricornio.

Siempre digo que la Astrología es visual: se mira el cielo, se mira el recorrido del Sol, se miran las Lunas… se miran las caras, las miradas y las manos. Con un poco saber del Cosmos —o con una aplicación de estas del teléfono astronómicas— ya se averiguan las posiciones de los planetas.

Un rato después se reconocía —en cuadratura, como quien dice— al bonachón de Júpiter (en Aries, de ahí la cuadratura). Pero es que casi enfrente, o sea, del lado contrario al que se había opuesto el Sol, apareció Marte (que lo mismo recuerdas que anda retro y en Géminis).

Y finalmente surgió Mercurio, que no siempre es visible, formando un triángulo casi perfecto con los planetas femeninos (Luna y Venus). Era normal que anduviese cerca, pues también se sitúa en Capricornio).

Hablando de Mercurio, es uno de los protagonistas de esta semana —la última del año, si usas este calendario— y es que se pone retrógrado. El otro quizá podría ser Venus, que no parará de hacer aspectos.

Esto tiene diferentes maneras de leerse: por un lado, vamos a tener (y seguimos teniendo) concentración planetaria en la zona Capri. Además, las casas regidas por Mercurio y Venus, y aquellas personas de índole muy venusina o mercurial —o sea, Ascendentes Tauro y Libra; Géminis y Virgo— quizá noten un incremento de la actividad y algunas curvas y bifurcaciones.

Añádele el cuarto Lunar en Aries —de hecho bastante marcial y jupiteriano— y ya tienes las claves completas de este Astroboletín.

Pero pasemos a darle duro, ¿te parece?

Paséate conmigo por el lunes y su Luna tan Saturnina y seria en Acuario, relájate luego con su ingreso platónico y creativo en Piscis del martes y detengamos finalmente el miércoles 28 con el amoroso sextil entre Venus y Neptuno, de Capricornio a Piscis.

Como la Luna, esa gran activadora, también anda por la zona, pues el aspecto es doble, se refuerza: realza lo femenino, lo festivo, lo poético, lo sensual, el baile, las aguas, las emociones, la tarde de Spa y de cine. Potencia el sentido decorativo, el mundo de las flores, lo intangible y mediúmnico, las tiradas de Tarot, las meditaciones en la montaña, la danza, los vinos, la moda, la cosmética, la joyería y las piedras talismánicas (claro, piensa que Capri es duro como una piedra).

Jueves 29. Sigo.

Este es el día en que Mercurio se pone retro. Como sabes que yo le quito mucho hierro al asunto y me parece una Astrología muy facilonga hablar de las retrogradaciones de este planeta —o sea, una Astrología de corta y pega muy cutre— prefiero no darle tanto bombo y platillo al evento.

A ver, una cosa sí queda clara: si eres muy Mercurial, o sea, si tienes mucho planeta personal en Géminis o Virgo, pues te puede interesar aprovechar este tránsito para el repaso, revaluación y todas esas cosas.

Yo tengo algo un poquito supersticioso, lo reconozco, durante estos períodos —que se prolongan por tres semanas y que esta vez durará hasta el 18 de enero— y es que evito, o evitaría, comprarme un teléfono o un ordenador… o una bicicleta.

Pero claro, tampoco es que vaya cambiando de móvil todos los meses. Así que ni para tanto.

Como a parte soy de naturaleza empollona —lo siento, brujis, pero es que aprendes Astrología implica estudio, no queda más otra— también me puede parecer un momento idóneo para repasar, reordenar apuntes, reescribir artículos, revisar la página web y todo eso. A fin de cuentas, Mercurio retrograda en Capricornio y Saturno, su regente, también se conecta con la Astrología y mucho.

La teoría también te dirá que podemos encontrar algún desafío y/o retrasos en asuntos de comunicación, tecnología y viajes. Como Saturno, el regente, es restrictivo: lo mismo puede ser el momento perfecto que te facilite ese ayuno digital tan necesario en estos tiempos donde pareciera que, sin la maquinilla, no somos nadie.

Finalmente, recuerda que en las retrogradaciones resulta muy importante el día (o los días) y el grado en que el planeta cambia de dirección. Esta vez Mercurio retrograda en el grado 24 de Capri. O sea, que durante un par de días andará por ahí quietecito, reflexivo, concentrando sus ideas y pensamientos.

Aparte, se mira siempre qué otros aspectos hace: y aquí es donde se pone simpático el análisis. Mercurio retrograda prácticamente en sextil a Neptuno, conjuntísimo a Venus —noticias románticas, un kit de belleza, una visita de primas, las vecinas que te invitan a sus galletitas deliciosas— y no tan lejos de Plutón. O sea: que o te obsesiones, o tienes una voluntad de la hostia, o se te mete alguien entre ceja y ceja. Alguien o algo: y no hay quién te baje del carro en tu empeño y estrategia para conseguir tus objetivos.

No está nada mal cambiar de dirección con esos apoyos, Mercurio: así que a darle duro.

Repito. Ascendentes venusinos y mercuriales: lo mismo notáis este día —estos días— con un poquito de más intensidad emocional, festivalera y mental.

Un ratito después, ya de madrugada para entrar en el viernes 30, viviremos el cuarto lunar en Aries. Como los cuartos lunares de alguna manera sirven de radiografía o de impresión del Cosmos y se da justo con la retrogradación, esto también potencia todo lo que acabo de contarte.

Prepárate para algún giro y volantazo en la semana: un cambio de planes, una invitación, una noticia inesperada y generosa. Para bien: la Luna tiene un puntito marcial, cierto, pero Júpiter también anda cerca. Unos amigos de viaje. Una propuesta del trabajo. Un incremento. Algo que crece.

Eso sí: Marte en Géminis sigue aún retrógrado. Vigila alguna torcedura con estas prisas o algo que se rompe en casa. Lo doble se tensiones y, claro, lo mismo se quiebra. Toca repararlo.

Nos despedimos el 1 de enero —¿año nuevo, vida nueva?… ¿O por qué no te pones manos a la obra desde ya sin guiarte por el calendario? — con la sexual, intensa, magnética, profunda, algo manipuladora, voluntariosa conjunción entre Venus y Plutón en el grado 27.

Esta conjunción entre ambos planetas se produce todos los años —y seguirá dándose mientras Plutón ande por Capricornio (ay, ay, que en marzo Plutón ingresa un poquito en Acuario y llegan curvas).

Venus y Plutón en su mejor versión son un masaje tántrico regenerativo y catártico. También una fiesta bondage o un hobby absorbente: o sea, tiene su lado fijo, entregado, superviviente y devorador.

Eso en su mejor versión. En su peor versión puede dar problemitas en órganos sexuales o femeninos. O un amor enfermizo, posesivo y muy poco ligero. No está mal aprovechar este tránsito para preguntarse de qué pie cojeamos en las relaciones: aquello que nos cabrea, nos saca una parte menos agradable y todas esas mandangas.

Bueno para terapia. Para exponer —a un público muy reducido, quizá el terapeuta— tus secretos sexuales y sentimentales. Y así restarles melodrama.

***

Así que nada. El último Astroboletín del año. Hasta aquí puedo leer. 

Quiero aprovechar, y sin ponerme muy meloso, para darte las gracias y dar las gracias a todos y todas quienes andáis de ese otro lado, a ese super grupo de alumnos que ha pasado por mis talleres, que me habéis regalado vuestros testimonios, que habéis confiado en mí en este año tan importante para la Mochila Astrológica y para la creación —Saturno y Urano mediante— de la Escuela Cósmica.

Gracias, gracias, gracias y más gracias.

Y seguimos creciendo. Ahora en enero —y después del no-tan-sencillo-y-completísimo-curso-de-los-signos— seguimos con el taller sobre los planetas. Tengo un grupo maravilloso y muy ecléctico, brujil y mágico y aprovecho para darle las tropecientas mil gracias a todos los participantes y a esos encuentros bellos que se producen todos los martes.

Al resto, a quienes andáis por aquí y por allá; a ti, en concreto: recordarte que puedes unirte a la tribu con un simple clic acá. Luego te llega un correo mío, lo confirmas y además te descargas un Manual de Astrología de casi 50 páginas. Mega lindo. Y además recibes cada semana mis emails con consejos prácticos y astrológicos y, por supuesto, los Astroboletines, temas cósmicos de reflexión y un montón de gracias.

***

Y ahora sí. Gracias. Dankeschön. Grazi. Merci. Спасибо большое! Felices fiestas y toda la mandanga. Recuerda que son tiempos muy cardinales, que no necesitas el calendario para ir detrás de tus sueños. 

Ahoi, ahoi.

Emilio  

Imagen de David Mark en Pixabay. Un faro que apunta y guía en esta genial cardinalidad.

 

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8 Comentarios

  1. Gracias, gracias, gracias.
    Ha sido bueno este recorrido de información, voy aprendiendo paso a paso
    Saludos.

    Responder
    • Un gusto! Yo soy el primero que reaprende y sigue empollando cuando escribo estos especiales. Gracias, gracias, E.

      Responder
  2. Infinitas gracias!

    Responder
    • Infinitas de nada!

      Responder
  3. Muchas gracias Emilio!!abrazos!!

    Responder
    • Abracitos de vuelta.

      Responder
  4. Llevo siguiéndote un año por recomendación de una amiga de yoga, y solo puedo decirte que eres genial. Me encanta leer cada lunes el astroboletin y cada uno de los mails que envías. Darte las gracias por engancharme a este mundo y hacerlo tan divertido e interesante.
    Felices fiestas desde Sevilla

    Responder
    • Ay, qué bonito. Muchas gracias a ti (y a tu amiga, la yogui por recomendarme). Por supuesto, adoro generar enganche, jaja. Felices fiestas a esa Sevilla hermosa y a ti. E.

      Responder

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