Soy Emilio, astrólogo profesional, y te ayudo a hacerle cosquillas al cosmos…

… para que el cosmos se ría contigo, te cuente sus secretos y te ayude a surfear las olas vitales

Boletín Astrológico: del 8 al 14 de noviembre de 2021

Querides: me han invitado a pasar el domingo al otro lado de la ciudad, así que voy a entretenerme poco en esta entrada. O a intentarlo, al menos.

Esta es la semana de la cuadratura entre Marte y Saturno, ¡ay, mi burro! y, como además trae cuarto lunar —y ya sabemos que la Luna es activadora— y encima sucede dentro de todo este contexto un poquito desasosegado de noviembre y cabezota —por la fijeza—, pues ya podemos medio imaginar que se trata de unos días un tanto alocados.

Digamos que si hiciéramos una gráfica de la tensión galáctica —de estas rollo acciones de bolsa— la cosa empezaría a subir a partir del novilunio, novilunio del jueves pasado, pegaría otro pico aún más arriba esta semana y remataría la siguiente con la tensión entre Marte y Urano y el eclipse para luego ir cayendo poquito a poco y adentrarnos en un diciembre mucho, mucho, mucho más happy y relax.

A ver, por fa, que tampoco es que el mundo se acabe ni que nadie vaya a apretar el botón de reseteo; y lo mismo el mes transcurre sin pena ni gloria y ojalá fuera así. Lo que pasa que lo dudo porque —incluso si no os toca en vuestras cartas— a saber a a cuántos y cuántas sí pues tienen planetitas personales y puntos sensibles por la zona fija entre los grados 5 y 12.

¿Qué cuál es la zona fija? Oye, si has llegado hasta aquí y no sabes cuáles son los signos fijos, te toca repasar un poco. Pero aquí va la lista: Tauro, Leo, Escorpio y Acuario .

De hecho, estoy pensando que en el cole donde curro ya atravesamos unos días turbulentos: muchas peleas en el patio y nos tocó mediar entre un vecino y uno de los alumnos mayores. O en mi barrio he vivido un par de episodios medio friquis / oscuros de Berlín en menos de treinta y seis horas.

Vamos a ver qué pasa esta próxima semana: pensad que además de Marte y Saturno, Mercurio se une al combo con sus connotaciones de gente joven, medios, comercio, ligamentos, escritura, mente… y toda la mandanga. Tenéis un vídeo muy guay sobre el mes donde analizo las posibles materializaciones de todo este paquete. Link aquí, cortinilla y picante sabrosón.

En cualquier caso —y más allá de que me encantaría que viérais el vídeo y lo compartiéseis y opináseis y todo eso— nos toca para este Boletín plantarnos en el miércoles 10 y el jueves 11.

Nos toca eso porque es cuando los aspectos se perfeccionan —o sea, se producen— y de nuevo tened en cuenta que estos se pueden sentir tanto antes, como después (de hecho, mientras los aspectos se van apretando, acercando, llega la Luna el jueves y ¡pum! despierta y zarandea lo que ya se ha montado).

Os lo explico. Miércoles 10:

— Mercurio y Marte conjuntos en Escorpio en el grado 7. A ver, de hecho, si lo pensáis —también lo comento en mi super cortometraje—, si no fuera por el Saturnito de los huevos y por Urano, el mes de noviembre molaría mucho porque trae un montonazo de fuerza, emprendimiento, voluntad, ganas de darle duro y no sólo a lo físico, primario, egoico (que está bien, ojo) sino también a lo mental, comunicativo, juvenil, intelectual, estudios, literatura, viajes, desplazamientos, intercambios, transacciones… esto ya aportado por Mercurio.

Quiero decir, el mes puede ser cojonudo para concentrarnos —Marte, fijo, Mercurio, fijo— en un proyecto intelectual intenso y un tanto melodramático y pasional —claro, Escorpio por un tubo.

Y esto no es todos los días, querides: tenemos otras configuraciones planetarias que necesitan ligereza, variedad, visibilidad o el compartir o lo que les toque. Peor eso: este periodo sería muy chulo para soportar periodos intelectuales, por ejemplos, con desenvoltura. O para visitar cuevas, pantanos, ciénagas. Para limpiar el baño. Para deportes de movimiento —Mercurio— y riesgo —Marte— que impliquen zonas afiladas, cortes, armas si me apuras.

Total, que sí, que vale. Pero estos dos no van solos. ¿Por qué? Pues porque unas horas después hay cuadratura desde Saturno en Acuario: y Saturno, y encima en cuadratura, es el cortarrollo, el tijeritas, el enterrador del cosmos. Da frustración, da impotencia —el famoso gatillazo que también menciono en el vídeo—, da su poquito de tristeza y bloqueo —la nube negra, la nube negra— y lo que da además es mucho frío, mucho invierno, mucha parálisis y mucha ley que seguir, mochila pesada, el Viejo Barbudo que con la vara te pega y mucha responsabilidad.

Vale, de acuerdo, sí, esto no es nuevo: este aspecto ya lo hemos vivido otras veces este año. De hecho, si queréis hacer un acto de reflexión podéis remontaros a estas otras fechas:

13 de enero. (de hecho, esta tensión se alargó hasta principios de febrero)

1 de julio. Tensión también aplicable a una semana arriba o abajo pero menos virulenta que la anterior.

Además, obvia decir —superobvia decir— que cada uno y una habrá vivido esta cumbia cósmica de distintas manera y conviene, como siempre, bajarlo hasta vuestra carta (aquí es también cuando entran mis servicios como astrólogo, claro).

Y que ya sé que el drama está sabroso y que qué estelar eso de sentirse el centro del universo, pero querides, de verdad os lo digo: si este tránsito os toca Plutón, Quirón, Neptuno, Vesta o la Luna Negra, vuelvo a  confesaros que no es para tanto. Necesitamos que toque puntos per-so-na-les en vuestra carta y, por supuesto, ver qué significan esos puntos en vuestra carta en función de las casas que ocupen, qué rijan, sus aspectos y todo lo demás… Esto es: tu Luna y la de tu vecino son Lunas, claro que sí, con todas sus connotaciones, pero tu Luna tiene unos significados específicos y la de tu vecino pues otra. ¡Aunque ocupen el mismo signo! Y así con el Sol, con Mercurio, con Marte, con Venus… y demás.

Bueno —sigo—: la movida es que este paquete del miércoles se potencia, se repunta, se crece, se altera —como una ola que crece en el horizonte— cuando, al día siguiente, el jueves 11, vivamos la cuadratura lunar o cuarto lunar que también va por Acuario  y se ha juntado a Saturno, se ha cuadrado a Mercurio y Marte y hasta se ha cuadrado a Urano en Tauro. O sea: el cielo se pone requetecuadrado como os he mostrado en algún que otro post en estas semanas, por ejemplo, este.

Y cuadrado, querides, significa bloqueado, tenso, testarudo, inmovilizado, agresivo… como una olla a presión.

¿Qué más?

A ver, que no todo en la semana es tan chungo —repito además que no a todo el mundo le pega igual. Así el viernes 12 tenemos un trígono muy, muy, muy lindo entre el Sol y Neptuno, de Escorpio a Piscis —¡y además con la Luna en Piscis incluida!

Esto es muy guay para suavizar un poco el jaleo celeste de allá arriba: una especie de isla espiritual, de sofá cómodo con mantita y chocolatito caliente, de bañera rellena con sales, velitas prendidas y unos bastones de incienso. Un atardecer después de una larga caminata o de una jornada escalando. Sensación de protección. De conexión. Ensoñamiento. Armonía (ya que están Sol y Luna involucrados de buen rollete: genial para los y las Escorpio que cumplan por la fecha. Así tienen un asidero, un bálsamo, una fe con la que abrigarse durante su retorno solar y el año que estrenan).

Y… Y….

El último aspecto: la oposición de Mercurio a Urano, de Escorpio a Urano. Del sábado 13 y en el grado 12.

Claro, nuestro Mercurio el pobre está un poco de capa caída: quería comerse el mundo con Marte, gritar, estudiar, cerrar transacciones, darle con mano dura a los jóvenes, boxear, darle al muay thai, completarse el camino de Santiago o el Te Aroa de Nueva Zelanda… y no pudo.

Ahora encima llega Urano a zarandearlo desde el otro lado. Opciones: o Mercurio suelta toda la violencia que tiene acumulada —esa frustración— por el contacto con Marte o quizá de pronto la oposición le hace prender la chispa de alternativas, pensamientos inesperados, salidas distintas o un ataque de locura que lo saque de su inmovilidad.

Recordad que Mercurio son los teléfonos y los ordenadores y Urano es tecnología, aviación, chispazos, reventones… así que si el tostador se te escacharra o tu nuevecito iphone 13, ya sabes a quién culpar, ¿de acuerdo?

¡AaaaaaaaaaaHHHHHHHHHOOOooooooIIIIII!

***

Y ahora sí, me voy al otro lado de la ciudad. Al otro lado de Mordor.

El resto lo sabéis. Que podéis seguirme por un montón de portales: facebook, twitter, instagram, ese Youtube fullero y hasta por telepatía. Aprovecho para dar las gracias porque ya se me llenó la agenda de noviembre y me da mucho gusto esto de que un mes antes, ya se me complete todo hasta arriba. Millones de gracias, de dankes y todo eso.

Y como siempre sabéis además que podéis suscribiros colocando vuestro correo —somos más de 2000 suscriptores y suscriptoras— y así os llegan directamente a la bandeja, cada dominguito, recién salido del horno. 

Se os quiere, se os abraza. Y recordadlo también: ni Plutón ni sombras ni el niño y la niña herida. Ni consciencia de los cojones.

Comed menos carne y probad a ayudar a la vecina. Es barato, práctico y de verdad que sienta super bien.

Con mucho love,

Emilio

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

 

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