Me tocó redactar este Boletín en un bus de camino a Oaxaca y a horas un poco intempestivas, y todo para publicarlo a horas aún más intempestivas europeas. Lo bueno es que por todos lados se me lee y los aspectos, hora arriba, hora abajo, siempre son los mismos. Inclusivos. Nada discriminatorios.
Lo que hay arriba se refleja abajo, así nos enseña la máxima. Eso sí, recordad tan bien que ese reflejo, esa vivencia, esa manifestación variará siempre según cada carta. Por eso, por ejemplo, esta última semana los nativos y nativas con cartas muy fijas andaron como locos y sin embargo otras cartas se movían en la calma y serenidad absoluta.
Vamos a pasar al análisis, a ver qué nos depara esta semana de tlayudas, tamales, mezcal y chapulines. Se trata de una semana de mucha menos tensión que la previa (aunque evidentemente habrá quiénes arrastren las secuelas de las tensiones de Marte) y con una Luna Nueva muy linda, novilunio, novilunio y un par de desafíos amoroso / románticos (esta vez de la mano de Venus que sabéis que anda rugiendo en Leo).
¿Preparades?
Bueno, lo haremos con el mismo lunes 5 y con el sextil entre el Sol y Urano, desde Cáncer a Tauro y en el grado 14. ¿Que qué es un sextil? Pues un sextil es una separación de 60 grados entre dos planetas y se le suele considerar un aspecto armonioso, favorecedor, que nos tira besitos o nos tiende la mano para llegar a donde nos interese.
Evidentemente esto es una mega generalidad. Luego hay que ver qué planetas se involucran y qué signos y toda la mandanga, pero partimos de la idea de que el sextil mola. En este caso, tenemos a Cáncer con su Solete y a Tauro con Urano. ¿Y sabías que Cáncer y Tauro se llevan de muy buen rollo? Aquí ya entran en juego el tema de las regencias? Esto es: Cáncer es el signo de la Luna y, a su vez, la Luna se exalta en Tauro.
Sí, ya sé, mucha teoría. Pero en resumen serían algo así como que ambos arquetipos se entienden muy bien y conectan mucho con esta idea de la maternidad, la nutrición, lo hogareño, lo íntimo y cierto conservadurismo (a veces regresivo).
Total, que este sextil entre el Sol y Urano mola. Ya he mencionado que los cangrejitos del primer decanato estaban de muy enhorabuena por la presencia de Júpiter en Piscis.
A los del segundo decanato (esos que cumplen entre el 1 y el 10 de julio) les interesa no perder de vista a nuestro querido Urano.
Urano es el despertador pero también el divorcista, el que te enciende la bombilla, el que te hace replantearte cosas y cambiar de trabajo, tirarte a la aventura, interesarte por cosas friquis o acostarte con chiquillos veinte años más jóvenes. ¿Y qué? Urano es un poco de ese palo. El que te dice Why not? .
Y como tenemos un sextil que es un aspecto bien lindo y entre dos signos (e incluso planetas que no se llevan mal) pues se le augura un año a quienes cumplan por esta fecha donde pueden empezar a cambiar de gustos, a sentirse un poco más aliens, a mudar de dieta, a darle al veganismo, a invertir en bitcoins o reconvertir su hogar en un centro de yoga o tecnológico. El grado 14, repito.
Luego el martes 6 Mercurio desde Géminis, ya en su último tirón, le dibuja una cuadratura a Neptuno a Piscis en el grado 23. Cuadratura es un aspecto o separación de 90 años y no se le considera muy beneficiosa. ¿Por qué? Pues porque involucra a signos de la misma modalidad y elementos disociados, esto es, en este caso, un signo de aire y otro de agua, intelectualidad y emocionalidad, desapego versus fusión… y claro, la cosa chirría.
Mercurio está fuerte en Géminis y espero que ahora que ande directo os esté permitiendo adelantar ese papeleo y todas esas burocracias y negocios pendientes que se trancaron o tocó revaluar durante su retrogradación.
Eso sí, este próximo martes con esa cuadratura puede traernos despistes, timos, engaños y alguna que otra pérdida. Como Neptuno conecta con otras energías sutiles o con cosas que se nos espapan a la razón, puede traernos mensajes y conexiones con personas un poco bohemias, gente con la que existen asuntos pendientes y nudos extraños, y por supuesto con locos, mendigas y adictos y adictas al LSD. Mercurio además son los jóvenes que también pueden andar un poco revoltosos o enfermos. Sin ir más lejos, esta cuadratura ya la tuvimos el 23 de junio y mis alumnos, alumnas y alumnes del cole andaban insoportéibols totally.
La cosa se pone calentita el miércoles 7 cuando Venus se oponga a Saturno, desde Leo a Acuario y en el grado casi 12. ¿Qué es lo que pasa? Pues que tenemos oooootra vez tensiones en la zona fija de nuestras cartas.
Es verdad que no es lo mismo una tensión de Marte (la de la semana pasada) que una tensión de Venus (siempre más armoniosa, siempre más dispuesta a colaborar) pero aún así, podemos sentirnos un poco desestabilizados en asuntos amorosos, de estima, de valía, de creatividad y, según algunos astrólogos, también de lo económico.
En cualquier caso, el aspecto invita a sentarnos y relocalizarnos con respecto al otro o la otra, sea la pareja, el socio, la persona con quien viajamos o trabajamos. También puede arruinar una cita o una declaración romántica.
Además, el jueves 8 ese Venus también dibuja cuadratura a Urano en Tauro y aquí sí podemos ponernos egoístas, caprichosos, mandarlo todo a freír espárragos… o a lo mejor no y simplemente nos da por experimentar, buscar nuevas maneras de pasarlo bien, proponerle un trío al colega o una orgía o una visita a un museo interactivo.
Lo importante, eso sí quiero que os quede claro, es que ambos aspectos de Venus formarán parte de la lunación del viernes 9, esto es, la Luna Nueva, esto es, el novilunio, novilunio.
Un novilunio es ese momento en que la Luna y el Sol se dan su besito mensual y, como tal, podemos interpretarlo como un inicio, una siembra, una inseminación, un reseteo, un poner el contador a cero. Lo que sí es cierto es que cada novilunio matiza, colorea, moldea la energía y experiencias de los siguientes treinta días o, digamos, hasta el siguiente novilunio.
Entonces… este próximo viernes 9 tenemos una Luna Nueva bastante linda, alternativa, hogareña, fuerte, tribal, defensora de lo suyo, chamánica… con un Sol y con una Luna muy fuerte y protectora en el grado 18. Hasta aquí todo nos encanta. Nos encanta su beso, su morreo, su buen rollo con Urano en sextil.
Peeeeeeroo… Peeeeero sería muy infame de nuestra parte ignorar las tensiones que Venus acaba de padecer. O sea: que esto implica que todo el mes, aparte de ponernos muy maternales y con necesidad de conectar con el terruño desde un punto de vista diverso y divertido, también nos va pedir cierto reajuste romántico / amoroso.
Así que ese será el tema del mes. Y luego que cada uno y una (y une) que se aplique el parche y también según su propia carta.
Finalmente, mis querides, nos despediremos de la semana con el ingreso de Mercurio en Cáncer. Después de dos meses en los que el planeta se entretuvo por Géminis, con sus idas y venidas, bicicletas robadas, retrasos en viajes (mejor ni os cuento mi aventura para aterrrizar al DF) y teléfonos que dejaban de funcionar, el domingo 11 Mercurio ingresa en Cáncer.
Lo hará por dos semanas sólo, o sea, un tránsito muy cortito que no vendrá mal aprovechar (quienes puedan, a quien les toque). Por un lado, los nativos y nativas cangrejeros andarán más gráciles, móviles, negociantes, bromistas, locuaces, sensibles, risueños, ciclotómicos. Por otro, el resto de mortales, podremos tener más movimiento en la casa que nos ocupe Cáncer: allí puede llegar gente joven, guasa, información, movimiento y viajes.
Y ahora sí que os dejo. No sé qué hora es por allá pero aquí toca comer. Aunque antes de despedirme quiero mencionar que subí un especial a Instagram sobre el mes de julio y al parece me quedó con el audio un poquito flojo. Perdón. Perdón. Os paso el enlace por acá. Con auriculares funciona. Se agradecen comentarios y asesoramientos técnicos (ya era torpe en Berlín, imaginaos viajando). Con suerte cuando lo suba a Youtube quizá se oiga mejor.
Órale.
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El resto, lo de siempre, que ando por facebook, instagram , youtube y twitter y que me ayuda un porrón que compartáis por aquí y por allá estos requeboletines. Por fi, dadle al like, pero sobre todo compartir por aquí y por allá, que así es como me inspiráis y me da gusto seguir escribiendo. Ya casi somos 5000 en Facebook. Como yo mido la felicidad de mi vida a través de esos números pues os podéis imaginar lo happy que me encuentro.
También, como os informé, ando por México de mochila, de mochila mega astrológica. No cuento con toda la conexión del mundo pero en los últimos dos días le pegué un buen repaso a la bandeja y debe estar todo el mundo contestado, más o menos. Os adelanto que ya se me está llenando la agenda con las consultas de agosto. Luego no digáis que no os avisé.
Y las gracias. Las gracias, gracias, gracias. Danke schön. A quien me lee, me comparte, se atreve con mis mega coachings/consultas, me escribe por privado, por telepatía, se apunta a mis talleres, me hace cosquillas virtuales y toooooda la demás mandanga.
Ciao, amiguetes. A darle duro. Y otro órale más.
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