Perdón por el retraso. Perdonen que no me levante, se titulaba una columna de El País. Y es que Mercurio anda retrógrado, ha sido un finde intenso y la semana que entra no se queda corta.

Justo en estos días que he conocido a mucha gente nueva, me daba cuenta de cuántos saben de Astrología, aunque sea un pelín, y conocen por dónde anda su Luna o su Ascendente o mencionan la conjunción de Saturno y Plutón del enero próximo y hasta la cuadratura pasada entre Marte y Saturno.

Y mola porque —si bien la Astrología es mucho más compleja que cualquiera de los informes de Mia (y aquí que me apedreen sus admiradores si quieren)— pareciera que hay una especie de redespertar por asuntos que van más allá de la ciencia del 2 + 2 = 4. El cielo aprieta y la tecnología avanza sin miramientos y entonces la gente necesita un centro donde pararse en medio de este tornado. Y no hablo sólo del interés por la Astrología, me refiero también a la necesidad de buscar unos minutos para meditar o de buscar refugio en la filosofía, que también se ha puso de moda. Porque Marco Aurelio y Erich Fromm también son super guays.

De hecho, volcarse en lo antiguo, en lo clásico, puede ser una manera muy práctica de afrontar un periodo saturnino: si Saturno te está haciendo la puñeta, apúntate a un curso de escultura o empieza a estudiar Prehistoria. Te hará bien. Te permitirá ajustarte mejor a la cualidad de tu tiempo. También puede darte por visitar cementerios o prepararte unas oposiciones que impliquen sacrificio y muy poca guasa. Son asuntos del cosmos.

Y como este asunto trataremos muchos otros durante las próximas jornadas que tenemos en Madrid el próximo 23 y 24 de noviembre: El sol, la luna y tú. Se trata de hacer un recorrido a lo que se denominan las luminares de la carta natal —Sol y Luna—, entenderlos, potenciarlos, combinarlos y, por supuesto, ajustarlos al clima astral de los meses próximos. ¿No os pasa que a veces no os identificáis con vuestro Sol? ¿O que de pronto sentís que la batería —ese Sol, entre otros factores— se os baja? ¿O que entráis en una etapa muy nostálgica y/o creativa? ¿O que no hay manera de cortar el vínculo con la familia? Pues todas esta preguntas intentaremos responder la acuariana de Bárbara Mezo y yo durante el finde. Y en la pausa se beberán unos vinos, ¿no? Qué menos, que in vino veritas. Tenéis más información sobre el evento tanto en Facebook como en Instagram y podéis reservar vuestra plaza a través de ambas redes o por info@mochilastrologica.com y barbaramezo@gmail.com.

Y ahora vamos con el análisis semanal. Porque noviembre anda apretando tuercas: Mercurio retro, lunaciones duras, Marte en Libra, en destierro, y tenso a los malotes y todo bajo las sombras del Sol en Escorpio que siempre tiene que aprender a soltar o a transformar. Lo único que aligera es ese Júpiter pegando su última carrera por Sagitario y la diosa Venus que también se puso viajera, mística y confiada.

Y claro, esta semana tenemos la segunda cuadratura de Marte, esta vez a Plutón, y desde Libra a Capricornio. Claro, no es moco de pavo, ni tampoco es algo que nos venga de sorpresa. De hecho, la tensión lleva todo el mes en el ambiente —con previa cuadratura de Marte a Saturno y la complicada Luna Nueva— así que si tienes una carta muy cardinal —mucho Aries, Cáncer, Libra o Capricornio— y con puntos sensibles alrededor del grado 20, no es de extrañar que padezcas obsesiones, bloqueos, dolores de cabezas o de ovarios, que Libra es signo doble. Desde luego, cuidadito con las discusiones, con las pasiones, con contigo hasta la muerte y más allá. Libra, con todo, es un signo de justicia: su problema, y sobre todo con esta configuración, es querer llevar la paz a toda costa, a cualquier precio. Viviremos la cuadratura este próximo martes 5. Pero, repito, se extenderá toda la semana con debates fuertes, chantajeos y tentaciones.

Claro, el resto de la semana pareciera menos relevante tras esta tensión. Pero ni mucho menos: los otros aspectos deben ser tomados en cuenta. Recordad que el Sol continúa por Escorpio con su intensidad, catarsis, sanación y voluntad.

De hecho, él es el protagonista de los siguientes aspectos: el viernes 8 dibuja un bellísimo sextil a Saturno y un trígono a Neptuno, estable, sabio, creativo y compasivo. Muy positivo para los que cumpláis por estos días. Mucho.

De nuevo buscad qué casa os ocupa Escorpio (aquí tenéis un gráfico muy chulo) —Mercurio Retro también lo acompaña— y debiera traernos algo de luz —Sol— o personajes masculinos —Sol— o personajes escorpianos —Sol— o fama o renombre o experiencias intensas —siempre analogías solares— en esa casa que nos ocupa.

Ya os lo comentaba hace poco: independientemente de que Mercurio ande retrógrado, los signos de agua ya apuntan al pasado. Claro, con Mercurio moviéndose hacia atrás pues esto se enfatiza, por eso es un buen momento para cerrar asuntos emocionales, o concluir ese chequeo sexual o del colon —cosas escorpianas— o ahondar más con el psicoterapeuta o con una de mis cartas astrales.  Es más, el sábado 9 se pone que ni pintado pues Mercurio —retro— le hará un sextil a Plutón en Capricornio y ahondar, poner el dedo en la herida, sacar el monstruo de paseo o confesar los secretos más íntimos será super fácil. También podéis visitar al cura de la esquina y dejar que os meta mano, pero con gusto, que para eso es un sextil. 

Por cierto que yo andaré por Valencia para un congreso astrológico. Me estreno en la ciudad así que si alguien tiene ganas de mochilear conmigo, que me escriba, que viva España, la paella, los toros y Ava Gardner.

Y esto fue, ¿o qué os creíais? El domingo la Luna ya andará por Tauro creciendo y creciendo, preparándose para el plenilunio, plenilunio de la semana siguiente. Un plenilunio mucho más positivo que las últimas lunaciones que promete caricias y hedonismo. Pero os lo cuento la semana que viene. Hasta aquí puedo leer.

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Nos vemos pronto, nos vemos en Madrid, ya lo sabéis:guardaos el finde, el 23 y 24 de noviembre que todavía quedan plazas y va a estar muy, muy, muy chulo.

Desde ya, recibid un fuerte abrazo telecosmimochilero.

Emilio P. Millán