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Boletín Astrológico: del 29 de julio al 4 de agosto 2019

Qué lindo este finales de julio y este principios de agosto. ¡Cómo van a ir reciclándose las energías!

En realidad, aquí, más que basarme en los astros, me sustento en mi propia subjetividad: venirse a Málaga a cargarse de salitre, sudar entre las sábanas, pringarse de boquerones y merendarse cada tarde un pitufito de serrano ya me ha servido para desconectar de los ajetreos de mi vida berlinesa.

Pero es verdad —prometo y requeteprometo— que, individualidades aparte, agosto es un mes muchísimo más relajado que julio. Y lo digo mirando el cielo y comparando las efemérides.

Tampoco resulta tan complicado hacer estos cálculos. Pensadlo. Tenemos a Plutón y Saturno, dos cabroncetes del cosmos, en Capricornio: esto implica que cada vez que atravesemos un mes cardinal —un mes donde cumplan Aries, Cáncer, Libra o el mismo Capricornio— viviremos las tensiones de estos grandullones, ya sea por oposición, cuadratura e incluso conjunción.

No siempre serán desarmonías de la misma calaña; habrá que echar manos a regencias y al resto de planetas en el cielo, pero algunas pistas nos darán. Si encima los planetas se ponen retrógrados; si encima Marte pasea por Cáncer —otra vez cardinal y en caída—; y si encima les añadimos los últimos eclipses… pues la suma es matemática: un julio jodido.

Ahora, a medida que los planetas personales pasan al signo de Leo —y que los retrógrados despiertan— sí nos conviene vigilar la cuadratura de Urano, en Tauro, signo fijo, con sus caprichos y sus giros inesperados. Pero una vez se supere esta cuadratura, el resto es tralarí, tralará; que para eso a Leo se le relaciona con el verano, con los paseos por la alfombra roja, las firmas de autógrafos, la automotivación, el optimismo y los amores apasionados.

Y ahora, el análisis…

Pues fijaos que el primer aspecto los vivimos el mismo lunes 29 y es ese: la cuadratura entre el Sol y Urano, desde Leo a Tauro. Viene con ganas de marcha, de cambios de planes, de provocar arritmias, de trastocar escenarios, de obligarle a los Leo que cumplan por estas fechas a clamar por cierta libertad. Y si no lo hacen ellos, lo harán los hombres o las figuras solares —jefes, padres, directores, personas de poder— que los rodeen. Es una cuadratura importante: contadnos cómo lo pasáis, cumpleañeros.

Urano siempre va a tener interés por lo atípico, lo holístico, lo eléctrico, lo moderno, lo espiritual… por eso ya en algunos nativos taurinos ha despertado —conjunción mediante— las ganitas de meditar, hacer yoga o trabajar con otro tipo de energías. También puede dar un punto muy creativo y original, con ciertos ramalazos de adolescencia.

Luego, unos días más adelante, ya en la madrugada del día 1 de agosto, tenemos el siguiente novilunio del año —novilunio, novilunio—. Claro, se da en Leo, no podía se de otra manera: Luna y Sol se plantan su besete en el grado 8 del arquetipo; en una lunación que viene todavía afectada por el renovarse o morir de la cuadratura uraniana y el mejor no hagas tantos planes y aprende a improvisar, pero que también suma los efectos de Venus —amor, amor, amor—, de Marte —acción, acción— ¡y de Júpiter desde Sagitario por trígono! —expansión, expansión.

Vamos, que no parece un mal novilunio, muy afín para calentar motores, clamar nuestros quince minutos de fama, sentirnos legitimados, amorosos y dispuestos a pegarnos unos bailes en lo que queda de agosto. Así que ahí queda. Es verdad que la lunación para Madrid trae a Saturno angular en 7, un poco emocional, un jarro de agua fría, una decepción de los otros; pero eso que nos los cuenten los que hacen astromundial.

Por cierto que hay más buenas noticias para el miércoles 1: ¡Mercurio despierta de su retrogradación! Bien, bien, bien.

Haciendo repaso de esta retrogradación —que todavía no se ha finiquitado—, he aquí mi breve lista de posibles episodios afines:

  1. Un día de perros para poder convalidar unos títulos en el ayuntamiento de Neukölln: llegué antes de tiempo, me dieron número para mucho después, luego en la oficina me faltaban papeles, desde el trabajo no respondían a mis llamadas y todo me costó una buena carrera a casa para poder por fin solucionar el papeleo.
  2. Olvidé o perdí el código para ingresar en la aplicación para la declaración de la renta y perdí dos horas entre el ir y venir y 20 euros con el asesor. Para nada.
  3. Me dejé el ipod en el bus de camino a Polonia y la empresa busera dice que ni rastro de él. Gran putada sideral que me podía haber pasado cualquier otro día del año, que yo vivo en puro retrógrado.

¿Y vosotros, qué putaditas os contáis de la mano de Mercurio retrogradando?

Lo importante aquí es tener en cuenta que, ahora que despierta, muy poco a poco podría ir acelerando los asuntos que rija en vuestra carta. Recordad que todavía anda por Cáncer, limpiando la cocina, llamando a la madre y ordenando fotos viejas; cuando pase a Leo, acelerará asuntos creativos, románticos, temas con el padre y con emprendimiento y mando.

Y repito: si todo este rollo de Mercurio es cierto, se supone que despierta muy poco a poco. Así que nos vayáis a volver locos firmando hipotecas o comprando anillos de prometido o prometida o prometidx.

Por último, terminamos el Boletín con el aspecto del viernes 2, esto es, la cuadratura entre Venus y Urano, de nuevo de Leo a Tauro. A mi, durante las consultas, mucha gente acostumbra a preguntarme si un aspecto tenso entre Urano y Venus implica divorcio o desastre sentimental. La respuesta es NO.

A ver, es verdad que Urano no se anda con chiquitas y que por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta y es un aspecto genial para dar el portazo y adiós muy buenas que yo voy con mi película a otra parte. Urano es caprichoso, autónomo y creativo; puede ser muy radical, intransigente y cascarrabias. Y él impone su libertad porque él lo vale y se acabó.

A partir de ahí, las lecturas son infinitas: quiero decir, que no siempre tiene que por qué traernos rupturas. A veces, la relación da un giro; uno de los miembros debe viajar; o entran nuevas personas formándose un trío o aparece un hijo de otra pareja o alguien se obsesiona por la Astrología o los libros de Ursula K. Le Guin y se olvida de satisfacernos en la cama. En fin. Cosas uranianas. Y como tal, ese es el aspecto del próximo viernes.

Chim-pón.

***

El resto ya lo sabéis: que ando por Málaga, que cómo está el centro de gentrificado, que qué rica la comida de la mami y qué gusto me da tener la agenda bien apretada con vuestras consultas. Todavía me queda una mañana con dos huecos libres. Vamos, vamos, que me los quitan de las manos… Si queréis una super lectura de vuestra carta o incluso del Tarot o del aura duodenarl, pasadme el correspondiente mensaje.

Lo demás sí que os lo sabéis. Podéis seguirme por las redes, que le deis a los Likes, que me tenéis por facebook, twitter, instagram y youtube aunque a veces no me asome ni para saludar. Ah, y que os suscribáis a la newsletter, así os llegan los boletines y el resto de artículos que voy subiendo. 

Os abrazo telepáticamente. Nos vemos pronto, muy pronto.

Emilio P. Millán

(Foto. Fte: www. shutterstock.com).

 

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