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Alimentación consciente y el cambio climático

por Camila Neder

¿Cuántas son las veces que hemos escuchado la palabra cambio climático? ¿Y qué tiene que ver esto con alimentarnos conscientemente? Conexiones hay. 

Arranquemos con explicar qué es este cambio climático que vivimos: Se trata de una variación del clima generado por impacto humano y que implica un aumento en las temperaturas de la atmósfera relacionado con las altas concentraciones de dióxido de carbono (CO2).

La huella ambiental o “Carbon food print” es precisamente esta cantidad de carbono que producimos. En general las grandes industrias y producciones de miles de productos —como así también nuestros autos, la ropa y los medios de transporte que utilizamos— y básicamente una y cada una de las decisiones que tomamos en nuestro camino, nos permiten apoyar el ambiente y cuidar la Tierra, o no.

Veamos cómo una alimentación saludable nos ayuda en esto y favorece a reducir la cantidad de CO2 liberado. 

Cuando pensamos en alimentación saludable nos enfocamos en reducir los dulces, agregar más verde, reducir harinas; pero cuando pensamos en alimentación consciente partimos de la base de que el alimento es sanación y que nosotros podemos sanarnos a través de él.  

Al escoger alimentos conscientemente estamos optando no sólo por el sabor que vamos a ingerir, sino también de dónde viene ese producto y cuánto me beneficia, a mí y al entorno, al consumirlo. Solemos elegir muchas veces un rico churrasco sin cuestionarnos en qué condiciones la vaca ha sido criada. En la producción animal, el uso de la tierra para la ganadería es 160 veces mayor que para la agricultura, consume 15000 litros de agua y genera 30 kilogramos de CO2 por cada kilo de carne kilo de carne kg de carne.

Y es verdad que para el consumo de verduras necesitamos más agua, per la lluvia también facilita las cosas. Con respecto a la huella ambiental, un kilo de papas o patatas genera 2,9 kilogramos de CO2; uno de tomates, 1,1 de CO2,  y uno de lentejas ni siquiera alcanza al kilo de emisiones.  Esto implica que si optásemos por una alimentación vegetariana o vegana, disminuiríamos la cantidad de CO2 producido y reduciríamos así los efectos del cambio climático.  

Espero que los de top-ten.cl no se molesten porque les tomé esta infografía super completa.

Alimentos frescos como frutas y verduras combinados con granos, garbanzos y cereales nos aportan los nutrientes fundamentales para estar sanos, con energía suficiente para llevar a cabo nuestras actividades.

Uno de mis libros favoritos, La Anti Dieta, de Harveley y Marilyn Diamond, dice que el secreto está en el cómo. Yo pienso, además, que es necesario conocernos: por un lado, conocer nuestros tiempos y nuestro ciclo es fundamental. Y sirva como ejemplo este ejercicio: hagan un gráfico con las horas del día y la energía que sienten que tienen para efectuar diferentes actividades que realicen, durante el trabajo, de deporte, actividades creativas, etc. Conozcan su reloj interno

En general, durante la mañana, luego de dormir eliminamos las toxinas por lo que aportar en el desayuno alimentos frescos y con mucha agua beneficia proceso de eliminación. Los alimentos se incorporan desde aquellos que tienen más agua a los más secos; por ejemplo, en orden, mandarina, manzana, banana (¡ey! Ya tenemos tres frutas diferentes y sólo en la primera comida). Si todavía hay más hambre, se puede incorporar una rodaja de pan o cereales. También se puede probar con jugos y licuados de agua con vegetales. Eliminar es un proceso importante en la alimentación y en nuestra vida en general para dar lugar a recibir otras cosas.

Al medio día es la hora de la incorporación y por la noche en la cena de la asimilación/absorción. La cantidad debe ser un plato, dividido en 4. En cada cuarto algo de hidratos de carbonos (arroz por ejemplo), proteínas (legumbres), vitaminas y minerales (hortalizas y vegetales frescos) y grasas preferentemente insaturadas (nueces o palta/aguacate, aceite de coco). Es importante recordar que todos los alimentos naturales no procesados tienen los 3 macronutrientes y que en el proceso de cocción pueden cambiar su calidad y/o cantidad. Durante las tres principales comidas, se puede consumir un puñado de frutos secos, otras frutas, algún cereal rico en fibras. Y siempre 8 vasos de agua al día (más abajo les dejo el link de los horarios de toma que ayudan a nuestro cuerpo).

Siempre vamos a realizar la digestión en cada comida, pero conocerse, combinar correctamente y saber qué alimentos nos inflaman ayuda a que la digestión sea más fácil o no. Por ejemplo, los productos lácteos inflaman los intestinos. ¿Cómo es esto? Para degradar y asimilar la leche producimos una enzima (una proteína que acelera el proceso de degradación) llamada lactasa. Luego de los 2 años, básicamente cuando la madre deja su etapa de lactancia, la producción de lactasa disminuye al menos que sigamos consumiendo leche. Al tener menos enzimas, la degradación de la leche y su digestión se hace más difícil. Si pensamos en la naturaleza, una vez que la vaca u otro mamífero hembra deja de producir leche, la cría no consume más. Por ende, ¿por qué nosotros lo seguimos haciendo? Otros estudios científicos comprueban la influencia de la alimentación materna en la salud y tendencia a la obesidad del hijo o hija.

Por otro lado, conocerse también quiere decir sentir qué alimentos son más beneficiosos para cada persona.  Ciertos tipos de sangre, como los 0, tienen más tolerancia a digerir la carne. Es necesario aclarar que la especie humana es animal y con ello, las proteínas animales son de fácil absorción en comparación de proteínas vegetales. ¿Pero acaso esto significa que no puedo incorporar proteínas vegetales o de cereales? Por supuesto que puedo. Lo que ocurre es la asimilación de la proteína animal para nuestras células es más rápida porque se parecen a las proteínas de nuestro cuerpo. Otros grupos sanguíneos como AB tienen menos tolerancia a la digestión de carnes. Esto se relaciona un poco con la historia humana y sus cambios alimentarios  desde los nómades hasta el presente así como la evolución genética. 

Mirad qué ricura de cerditos... Están para comérselos.

Mirad qué ricura de cerditos… Están para comérselos.

Me gusta la carne, en la mayoría de los casos tiendo a los alimentos frescos y mi ambiente de trabajo como bióloga me lleva a estar rodeada de vegetarianos y veganos. Así que sí, esto para mí es un desafía cada vez que se me cruza por al cabeza el delicioso asado de de papá. Pero al probar los diferentes sabores posibles que permiten los vegetales, pues me ayuda y potencia mi creatividad; además, ¡me motiva a reducir el consumo de carne! Os propongo que intentéis también limitar vuestro consumo. Podéis empezar con sólo una o dos porciones de carne a la semana. Luego una porción cada dos. ¡Yo ya me sumé al desafío de una al mes!

Entonces si combinamos correctamente alimentos vegetales o veganos nuestra alimentación será completa y estaremos ayudando al ambiente. Si los elegimos de los más naturales, propios cultivados, orgánicos y sin plástico, estamos apoyando al sistema económico local, cuidando qué tipo de químico ingerimos y queda retenido tanto en la tierra como en las napas de agua, y disminuyendo el consumo de plástico.

Si a eso le sumamos el uso de la bicicleta —o transportes públicos eléctricos en el caso de largas distancias—, obviando los autos de consumo de petróleo y sobre todo los aviones; estaríamos teniendo una vida dinámica, activa, saludable y en consciencia con el cuidado ambiental.

 Procesos como las altas temperaturas que hemos causado relacionadas al cambio climático son lentos de reinvertir. Aún así, necesitamos un cambio drástico en nuestras decisiones para poder combatir al Cambio Climático y evitar subir 2º C de temperatura de la Tierra para el 2030.

A moverse y en acción! Comparte tu acción y aplica la triple R: reduce, reutiliza y recicla.

Más fácil de memorizar, imposible. Triple R: reduce, reutiliza, recicla

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Les dejo algunas páginas que pueden interesarles al respecto:

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Sobre Camila Neder: Nació en Córdoba, Argentina aunque es un poco de España y de Alemania, donde el mar le enseñó la importancia de eliminar el plástico y el entorno amoroso la relevancia de cambiar nuestra forma de alimentarnos. Tiene el Sol y Luna en Virgo y es ascendente leonina. Seguile sus aventuras viajeras, científicas y ambientales en Twitter @NederCami.

(Fotos. Fte: https://top-ten.cl/; https://freerangestock.com)

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