¿Qué pasa, bonitos? ¿Cómo va la cosa? Digo yo que p´alante y es que no nos queda otro remedio. Tenemos por delante una nueva semana de cambios planetarios, pelotera en Virgo, un novilunio y el ingreso del Sol en el equilibrado y estético signo de Libra. Septiembre avanza casi hiriente. Los proyectos van cobrando forma. Se respira en el ambiente cierta atmósfera de premura.
Hace un par de días le estudié la carta a una ariana. Después del coaching, como es habitual, le envié la grabación de la sesión y el dibujo de su propia carta. Entonces la chica me planteó una pregunta super lógica: Quería saber si ella misma podía interpretar su carta, aplicando lo que se publica en los boletines. Mi respuesta fue inmediata: ¡Por supuesto que sí! La Astrología es práctica. Vivencial. Nos permite conectar lo de arriba -los planetas y sus movimientos- con lo de abajo -nuestra propia carta- y se aprende a través de la experiencia. Así que os animo a todos a sacaros el dibujo de la carta –cualquier página os lo permite-, imprimirlo y echarle un vistazo de vez en cuando.
Y ahora pasemos al análisis…
Iniciamos la semana el lunes 18 con el trígono entre Venus en Leo y Urano en Aries. De este aspecto comenté un poquito en este post de Instagram. Amor. Originalidad. Locura sana y juvenil. Todo potenciado por el maravilloso cometa cósmico que se dibujó en el cielo durante el domingo.
Al día siguiente, el martes 19, Venus le dirá adiós al rey de la selva y se meterá en las tierras de la Virgen. Este Venus en Virgo, según la la Astrología tradicional, se encuentra en caída, es decir, en tierra ajena e incapaz de dar lo mejor de sí. Algo de razón tenían los viejos astrólogos cuando analizaban esta posición: vuelve al nativo menos disfrutón, más perfeccionista y cerebral. Para que este Venus goce -que es algo a lo que aspira el planeta del amor- necesita tener todos los detallitos bien atados. Le cuesta relajarse. Rendirse a la espontaneidad. Con todo, se trata de nativos muy fiables y, alcanzados sus ideales y requisitos, también pueden ser muy sensuales y grandes exploradores del cuerpo, de sus pliegues y recovecos.
Este tránsito va a durar hasta el 14 de octubre y debería aligerar la vida de los Virgo, que durante este periodo quizá reciban más regalos, piropos y reconocimiento que de costumbre. Buen rollo con las amistades. Con los compañeros de curro. Invitaciones a eventos. Y, claro está, flirteo, romanticismo y amor.
El miércoles 20 se produce el novilunio y ya tenemos la pelotera en Virgo. Fijaos: Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte. Entschuldigung? Este mogollón resulta muy interesante no sólo para los Virgo -que andarán más desbocados de lo habitual- sino para todo el zodíaco. Y es que tal cúmulo de planetas y luminarias -conocido astrológicamente como un stellium-, actúa con mucha fuerza gracias a la Luna Nueva y, por tanto, afectará considerablemente la casa ocupada en vuestra carta natal. Los temas que se moverán son los propios de este arquetipo: salud, eficiencia, orden, rutina, trabajo… Echadle un vistazo a este especial para profundizar mejor en este hermoso signo. Por otro lado, también posible que los otros signos mutables –Géminis, Sagitario y Piscis– vivan algún contratiempo durante la semana. Sientan que los demás los cargan de exigencia. Les imponen demasiadas normas.
Justo el mismo miércoles, Mercurio -que ya está directo y fuerte en el signo de la Virgen- se opone a Neptuno en Piscis, lo cual torcerá un poco la potencia de la lunación. Despistes, engaños, fantasías, pérdidas, indecisión. Poesía y ahogos. Vamos a querer ordenarnos pero -lo comprobaréis- no va a resultar tan sencillo. Y es que de pronto aquella carpeta, aquel documento, aquel recibo ya no estará donde creías que lo habías dejado. Puede que nunca lo pusieras allá. O quizá fue Neptuno, que lo cambió de sitio…
Ya el viernes 22 suceden dos eventos muy geniales. Por un lado, el Mercurio, rápido, imparable, dibuja trígono a Plutón en Capricornio. Con este aspecto ya no se pierden las cosas; todo lo contrario, uno se ordena en condiciones, se concentra e incluso es capaz de predecir con buen tino. Trígono fabuloso para los negocios, la compra y venta, para cerrar acuerdos.
Un ratito más tarde, ese mismo viernes, el Sol entra en el bellísimo y aéreo signo de Libra. ¡Qué bonito!, ¿verdad? Se situará en el denominado grado 0 de Libra, que es sometido a un importante análisis por los astrólogos mundiales y coincide con el cambio de estación. Energéticamente se le considera un momento decisivo: una especie de acceso, de portal, para que pidas tus deseos a la divinidad correspondiente. Lo mismo os apetece preparar cualquier ritual con velas o una lista de objetivos y sueños. Muy pronto, aquí en Mochila Astrológica publicaremos el especial para los librianos. Entre tanto y desde ya, mil felicidades a todos esos Libra tan cojonudos.
El domingo 24 nos despediremos con la oposición de Marte a Neptuno, desde Virgo a Piscis. Fijaos que Marte impone su voluntad pero Neptuno emborrona y adormece, así que puede ser un día de estos raros donde uno empieza una cosa, le aburre, agarra otra y le vuelve a aburrir. Y así de oca en oca, y tiro porque me toca: Dubitativos. Perezosos. Insatisfechos. Un día para ser menos exigente de la cuenta. Quizá los trabajos artísticos y menos racionales sí lleguen a mejor puerto.
Y esto es todo por la semana. ¿Habéis visto cuántos detalles? Ya os lo dije pero os lo repito: Septiembre promete. Está lleno de comienzos, buenas oportunidad y sincronías. Aprovechadlo. Todito.
Os mando un enorme abrazo. Mil gracias por leer. Por compartir. Hasta muy pronto.
Emilio P. Millán
(Foto: fuente www.viceversamagazine.com)
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